lunes, 16 de abril de 2012

Piazzolla y el diablo


El otro día estabamos cenando con unos amigos y comenzaron a hablar a cerca de acordeonistas famosos. Y por similitud en cuanto a los famosos instrumentos de viento, los bandoneones, pues me acorde de Piazzolla y inevitablemente de esta obra...
Increible la ejecución y belleza que describe en Romance del diablo.
Por si quereis escucharla:
Ya me direis...

miércoles, 11 de abril de 2012

Juegos de Guerra


No me imagino que algo así pudiera venderse hoy día, y mucho menos como juego para niños por muy didáctico que fuera. Se trata del Gilbert Gilbert U-238 Atomic Energy Lab, un juego que pretendía enseñar los caminos de la fuerza, y no precisamente de los jedi, sino de la radiación y la energía nuclear a los niños estadounidenses de principios de los años cincuenta. La época era propicia para ello, las centrales nucleares proliferaban sin aparente fin, la era de la energía del átomo prometía un futuro de adelantos sin igual y, además, estaba el lío de la Guerra Fría y el equilibro entre potencias nucleares. Hoy se ha convertido en objeto, muy caro, de coleccionismo. El equipamiento del juego era impresionante, varias muestras de uranio, una fuente beta-alfa (Pb-210), una beta (Ru-106), fuente gamma (Zn-65) un detector de destellos, cámara de nubes con su propia fuente de radiación de corta vida (Po-210), un electroscopio, contador geiger y manual completo junto con un cómic. ¿Qué más se podía perdir?

jueves, 5 de abril de 2012

Nueve reyes

Eduardo VII rey del Reino Unido y sus Dominios de Ultramar, Emperador de la India, estaba enfermo de bronquitis. El 6 de mayo de 1910 al mediodía se fumó un puro y sufrió un infarto, murió a las 23:45 en el Palacio de Buckingham.Su cortejo fúnebre fue la mayor concentración de monarcas europeos de la historia. Al funeral asistieron 9 reyes y una lista casi interminable de personalidades de todo el mundo.
La histórica fotografía muestra la reunión de los nueve reyes en el Palacio de Buckingham para el funeral del rey británico. De izquierda a derecha, de pie están: Haakon VII de Noruega (Primer monarca reelegido democraticamente), Fernando I de Bulgaria (Bisexual reconocido) Manuel II de Portugal (apodado el Patriota o el rey perdido), Guillermo II de Alemania (último emperador alemán), Jorge I de Grecia (príncipe danés y Rey de los Helenos) y Alberto I de Bélgica (Lucho contra los nazis, murio por las heridas causadas en una caída mientras escalaba). Sentados en la primera fila aparecen: Alfonso XIII de España, Jorge V hijo y sucesor del difunto y Federico VIII de Dinamarca.
El funeral se celebro dos semanas después del fallecimiento, el 20 de mayo 1910. Ese día enormes multitudes acudieron al paso de la comitiva desde el Palacio de Buckingham al Salón Westminster.Eduardo VII era conocido como el "tío de Europa", por estar emparentado con prácticamente todos los monarcas europeos. Por ejemplo el emperador alemán Guillermo II de Alemania, el zar Nicolás II de Rusia, el rey Alfonso XIII de España y Carlos Eduardo, Duque de Sajonia-Coburgo-Gotha, eran sobrinos de Eduardo.
El entierro fue el inicio del fin de muchas monarquías. El asesinato cuatro años después, del también asistente al funeral, el Archiduque de Austria, Francisco Fernando, origino la primera Gran Guerra derrumbando muchas dinastías reales de Europa. Manuel II de Portugal meses después de esa foto, el 5 de octubre de 1910 debido a una revolución en su país, tuvo que huir a Gibraltar con toda la familia real.
Alfonso XII, Guillermo II y Fernando I también perderían sus tronos años después de aquella fotografía.

lunes, 2 de abril de 2012

Poster de Toblerone


Tobler fue un internacionalista convencido. Era un partidario fervoroso del libre comercio porque le iba a librar de los derechos de aduana impuestos sobre la importación de materias primas naturales y sobre la exportación del chocolate.
Pero también mostró gran interés por mejorar el mundo. Quería tender puentes entre las distintas naciones, soñaba con una única moneda para todo el mundo, y una de sus pasiones favoritas fue el fomento de la lengua internacional ido, una versión reformada del esperanto. Ese idioma artificial lo usaba incluso en algunas de las tarjetas coleccionistas que se solían añadirse en el embalaje de su chocolate.
Una tarjeta de Tobler solia estar escrita en el idioma artificial llevando la inscripción ''Suisiana Lakto-Chokolado'', lo que significa chocolate con leche suizo. Tobler fue un internacionalista comprometido, de ahí su interés en ido (una rama del esperanto) y en la amistad entre las razas.
En vista de sus convicciones, es obvio que Tobler fuera también un enemigo apasionado de los nacionalsocialistas. Como francmasón fue miembro de una asociación atacada por los nazis. Estaba incluso dispuesto a combatirlos. Se presentó como testigo judicial en un proceso histórico en Berna en 1934-1935 que demostró que los infames y antisemíticos «Protocolos de los Mayores de Sión», tan revendidos por los nazis, eran una clara falsificación. A pesar de la atestiguada naturaleza fraudulenta del tratado, fue la primera vez que se había determinado su falsedad en un tribunal.
Al final, la fábrica Toblerone tuvo que dejar sus famosos establecimientos en Berna en los años 80 para trasladarse a Brunnen, en las afueras de la ciudad. La Universidad de Berna se apoderó del inmueble original para convertirlo en una biblioteca y una sala de lectura que abrió sus puertas en 1993 bajo la insignia «Unitobler».
El mítico chocolate suizo Toblerone ha cumplido cien años en excelente forma y con su poder consolidado, como lo demuestra que es el más exportado de su país.
El producto se popularizó enseguida, y fue uno de los productos que formaban parte del inventario del primer Duty Free abierto en el mundo, en Irlanda en 1947. Como visionario que fue su creador Tobler, buscando así la expansión internacional de este famosisimo chocolate.
Actualmente, la empresa pertenece a la compañía Philip Morris, a través de su brazo alimenticio Kraft Foods.
Cien años después sigue siendo el chocolate más exportado de Suiza. De hecho, el año pasado, batió su propio récord al fabricar 7.000 millones de paquetes, tantos como habitantes en el planeta tierra.